Todas soñamos con nuestro armario perfecto tipo vestidor. Una habitación entera para nuestra ropa y complementos, con un armario en el que las prendas cuelguen de las perchas ordenadas por colores y por tipos de prendas, y en el que los zapatos y los bolsos estén en estanterías ordenados en vez de apilados unos encima de otros.
Para ser perfecto, nuestro armario debería tener un 60% de prendas básicas de calidad, que podamos utilizar en distintas ocasiones y con variadas combinaciones (lo que llamamos el fondo de armario: la camisa blanca, el vestido negro, los zapatos de salón, los vaqueros...), un 25% de prendas especiales (cosas bonitas, que nos hayan llamado la atención en el momento de verlas y que son de nuestro estilo) y un 15% de prendas última tendencia.
Con las prendas especiales y con las de última tendencia damos el toque diferente a nuestro vestuario para que no resulte aburrido y simple.
Deberíamos tener en cuenta esos porcentajes a la hora de ir de compras, para no pasarnos el día comprando chorradas y cosas que no llevamos más de una o dos veces. Acumular ropa en el armario es antiecológico, consumista y no contribuye a crear un estilo propio y definido.
Por ejemplo, ¿¿Qué os parece el zapatero de Christina Aguilera?? IM-PRESIONANTE!!! Ella si que sabe o mejor dicho, ella si que puede permitírselo.
Por el momento seguiremos soñando, ¿no? Que eso si que no cuesta nada!
Un dicho a tener en cuenta:
Viste vulgar y solo verán el vestido,
viste elegante y verán a la mujer.
(Coco Chanel)
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