martes, 2 de abril de 2013

Nomofobia (obsesión por internet)



 ¿Revisas continuamente el bolso a lo largo del día para cerciorarte de que tu móvil sigue ahí? ¿Cuando crees que lo has perdido entras en pánico? ¿Te sientes insegura si te lo dejas en casa y vuelves a por él aunque no esperes llamadas o mails importantes? ¿Llegas a casa tras el trabajo y sigues 'conectada' contestando mails y navegando?
“Si tu respuesta es un sí rotundo, probablemente padeces algún grado de Nomofobia

(acrónimo de 'No Móvil Fobia): una nueva tipología de trastorno psicológico nacida al amparo de las nuevas tecnologías, relacionada con cierto grado de 'adicción' u obsesión por Internet, cuyo principal síntoma es el pavor a sentirte 'desconectada', a perder el móvil, el ordenador, la conexión... 

Y que ¡atención! Puede repercutir directamente en un incremento del estrés y, por tanto, requerir terapia.



Aprender y practicar técnicas de respiración relajante, como la holotrópica, que ayuda a entrar en estados de relajación profunda, puede ayudar a combatir dicha obsesión. 

La respiración es fundamental para ayudar a controlar los trastornos derivados del estrés y la ansiedad que producen las nuevas tecnologías, por eso técnicas como el yoga son altamente aconsejables. Esta técnica ancestral no solo ayuda a paliar la sensación de angustia, también la previene.  

Los masajes relajantes también son altamente recomendables. Un buen masaje incrementa el bienestar y aporta numerosos beneficios en el sistema inmunitario. Además, las sustancias que libera el cuerpo mientras se realiza dicho masaje actúan activamente contra el estrés. La histamina y la acetilcolina desactivan la respuesta de huída del sistema nervioso simpático, disminuyen el ritmo del corazón y la presión arterial. Las maniobras drenantes, vaciajes y roces superficiales inmovilizan el exceso de glucosa y la estimulación cutánea refuerza nuestro sistema inmune que había sido suprimido por la acción del cortisol (sustancia que segregan las glándulas suprarenales cuando estamos sometidos a un estrés continuo).

Y vosotras, ¿estáis conectadas las 24 horas?

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