En primer lugar, límpiate la superficie de las uñas con un quitaesmalte antes de pintártelas. Después, límate las uñas para pulir la superficie. A continuación, aplica una capa de esmalte base (transparente) para que el color se fije mejor y dure más tiempo. Por último, píntate las uñas con tu color favorito y aplica una última capa de esmalte base (transparente). Deja que el esmalte se seque completamente antes de aplicar la siguiente capa. Para que la manicura sea perfecta y evitar que el esmalte se vuelva amarillo por la exposición al sol, vuelve a aplicar una capa de esmalte base cada día o en días alternos. Y si tienes que hacer las tareas domésticas, utiliza siempre guantes de goma. Las sustancias químicas de los productos de limpieza pueden acabar con el esmalte.
Si se te salta el esmalte, no te desesperes. Lima la zona con cuidado con la parte más fina de una lima o un disco. Aplica un poco de esmalte sólo en la zona que se ha saltado. Cuando el esmalte se haya secado, aplica una capa del mismo color del esmalte en toda la uña y termina con una capa de esmalte transparente para evitar que se salte en otra ocasión. Si la manicura empieza a saltarse una semana después de hacértela, no trates de arreglarla. Vuelve a hacértela.
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