martes, 2 de noviembre de 2010

Regenera tu piel mientras duermes

Apagamos la luz, cerramos los ojos y caemos en un estado de profunda relajación. Y mientras la noche sucede con su calma y nosotros dormimos, nuestra respiración se vuelve más tranquila y honda, los músculos se relajan, los latidos del corazón son más pausados y la digestión es más lenta. Pero no todo es tranquilidad en el organismo, ya que cuando dormimos se mantienen activos los mecanismos de reparación de la piel, y es durante este tiempo de descanso que las células de nuestros tejidos desempeñan con mayor eficacia y beneficio todas sus funciones.
 
Hay que aprovechar cuando dormimos para ayudar a la piel a oxigenarse, restablecerse y nutrirse. La piel tiene sus propios mecanismos naturales de regeneración, pero si le ayudamos con un tratamiento especial, se puede reforzar su importante actividad regenerativa, ver resultados muy positivos.

Quizá ya hayas notado que por las mañanas tu piel luce más relajada, se ve más tersa y quizá más limpia y joven. La piel rejuvenece naturalmente mientras dormimos. Como hemos dicho mientras uno duerme, los músculos se relajan y la circulación se hace ligera y mucho más fluida. Es en ese momento, cuando la sangre llega con mayor eficacia y facilidad al área superior del cuerpo, el cuello y la cabeza, y ahí se reparte este líquido nutritivo extendiendo los elementos nutricionales y el oxígeno por el cutis. Así mismo, como la piel en este momento no esta expuesta al sol ni al viento o la contaminación, los compuestos que aceleran el envejecimiento celular (radicales libres) se eliminan en una mayor cantidad que durante el día.
Rutina de regeneración nocturna

1. Libera tus poros: antes de ir a dormir, debes lavarte muy bien tu cara, para que quede libre de grasas, polvo, células muertas, microbios, maquillaje o cualquier agente que impida la obstrucción de los poros o la respiración celular, provocando que la piel se asfixie y se muestre poco a poco más opaca, con granitos, reseca, roja y sin suavidad.
2. Al secarte la cara, no la restregues demasiado ni con la toalla, sino dándole golpecitos suaves.
3. Crema: después de lavarse la cara, aplica una crema de noche. Ten en cuenta que no es conveniente abusar mucho de las cremas, pon una capa ligera y permite que tu piel se nutra y regenere con tu sangre.
4. Cena: evita cualquier tipo de cena pesada antes de acostarte. Lo ideal es cenar una hora y media o dos horas antes de dormir. Si cenas mucho, tu digestión gastará mucha sangre y no permitirá que tu piel realice sus funciones naturales.
5. Ambiente de la habitación: revisa que tu habitación este bien ventilada. Si es posible (si no llueve o hace demasiado frío) deja la ventana un poco abierta durante la noche.
6. Humidificador: la calefacción y el ambiente con calor seco causa verdaderos estragos en la piel, resecándola en extremo. Para evitar esto, puedes usar un humidificador.
7. Horario: procura dormirte a la misma hora todos los días y mantener tu habitación muy oscura y en silencio durante la noche: estos componentes son ideales para que tu piel verdaderamente descanse.
8. Insomnio: el insomnio es una de las causas que irritan mucho a la piel, ya que si te fijas, cuando no descansas bien tu piel es la primera en decirlo, porque no pudo repararse. Por la noche, confía en que todos tus problemas serán resueltos por la mañana y apaga la luz, deja que la noche te cargue y arrulle sin que tu tengas que resolver nada.
9. Por la mañana: cuando te despiertes, come una pieza de fruta o zumo en ayunas. Esto ayudara a eliminar todas esas toxinas acumuladas durante la noche.

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