El
colchón es, sin duda, el sistema de descanso más característico que existe. Cuando nos imaginamos descansando pensamos en un colchón mullido y
confortable. Al pasar
la tercera parte de nuestra vida durmiendo y para aprovechar adecuadamente ese tiempo de descanso reparador, el colchón tiene que ser de calidad y de tener unas
características acordes a nuestra fisiología y preferencias.
En primer lugar, hay que saber que, por regla general, un colchón tiene
una vida útil de unos 8 ó 10 años, aunque habrá que cambiarlo antes si presenta irregularidades, si ha perdido firmeza y al levantarnos sentimos dolores de espalda o molestias musculares.
Para que prolongar en la medida de lo posible la vida útil del colchón es básico darle la vuelta cada 4 ó 6 semanas, cubrirlos con una funda y airearlo al sol uno o dos días un par de veces al año.
A la hora de ir a un nuevo colchón, deberíamos tener presente nuestra forma de dormir:
si solemos dormir de lado o boca abajo, precisaremos un cochon menos firme que si dormimos boca arriba.
La postura más adecuada es boca arriba, a ser posible apoyando toda la columna sobre el colchón. Dormir tumbado boca abajo no es muy recomendable, pues se modifica la curvatura de la columna lumbar y del cuello. Y de lado es una opción intermedia que permite un óptimo descanso siempre que se haga adecuadamente.
Y tú, cuéntanos cómo duermes!!
Pues yo duermo de lado siempre. Y me voy cambiando de lado cuando me despierto entre la noche.
ResponderEliminar